jueves, 29 de octubre de 2009

Un siglo sin perdón


John McCain, el senador republicano rival de Barack Obama en las últimas elecciones de Estados Unidos y ex boxeador amateur, es el impulsor, junto al congresista Peter King, también republicano y aficionado al pugilismo, del perdón a título póstumo de Jack Johnson, el primer afroamericano que ganó el título de los pesados. La propuesta fue apoyada por el director de cine Ken Burns y la sobrina nieta del púgil, Linda Haywood. Tiene la última palabra otro afroamericano, el actual presidente de Estados Unidos, Barack Obama.

Johnson fue arrestado una primera vez en 1912, cuatro años después de ganar el título, por violar la Mann Act. Esta ley, que debe su nombre al legislador James Robert Mann, pretendía evitar el tráfico de mujeres y la prostitución entre los estados. Pero su ambigüedad propició una aplicación que en muchos casos fue una discriminación racial y causó persecuciones discriminatorias.

La acusación de 1912 no prosperó pero un año más tarde volvió a ser acusado por el departamento de Justicia de cometer "un crimen contra natura" por haber tenido relaciones con una mujer blanca (con el tiempo sería su esposa) y cruzar el límite del estado de Illinois. Lo que no le perdonaron, en realidad, fue que derrotase a Jim Jeffries, la 'Gran esperanza blanca', en julio de 1910, lo que desencadenó una oleada de disturbios raciales.

En 1913, un jurado compuesto enteramente por blancos le condenó en menos de dos horas a un año y un día de cárcel y a 30.000 dólares de la época, unos 500.000 euros de hoy. Cuando se presentó un agente con la fianza, el juez Kenesaw Mountain Landis, que después sería el primer comisionado de la Major Baseball League, también lo encarceló, de acuerdo con la versión de Ken Burns en su documental 'Inolvidable negritud: el auge y caída de Jack Johnson'. Randy Roberts, profesor de historia y autor de una biografía del púgil, puntualiza que "Johnson quizá no vivió una vida moralizante pero no hizo nada malo que no hiciesen otros boxeadores". Johnson apeló y mientras se resolvía el recurso huyó a Europa, donde siguió peleando. En 1915 perdió en La Habana su título ante Jess Willard. Cinco años después se entregó a las autoridades para cumplir diez meses de cárcel. La pelota está ahora en el tejado de Obama, quien no se ha pronunciado