domingo, 8 de noviembre de 2009

Uso de la vivienda en los divorcios

El uso de la vivienda en los divorcios empieza a limitarse

En los divorcios con niños es casi norma que la madre se quede en la casa familiar al asumir la custodia de los hijos y que el padre no pueda hacer uso de ella aunque esté a su nombre o incluso tenga que seguir pagando la hipoteca él sólo, lo que unido a la pensión alimenticia le coloca en una situación económica complicada. a todo esto, se añade que el padre no puede desgravarse por el pago de esa casa al no ser vivienda habitual (a la mujer sí) ni tampoco aplicar la reinversión por comprar otra casa

En los últimos dos años diversas resoluciones han ido en contra de esa tradición ante las protestas de muchos colectivos que acusan a las administraciones de confurdir los niños y los ladrillos. así, algunas han limitado el tiempo que la madre podrá habitar la casa, tras lo cual la vivienda volvería manos del padre si es el dueño de la casa. los tiempos suelen ser de algunos años -hasta tres años- para dar la ocasión a la madre a reorganizar su vida, buscar trabajo a jornada completa y encontrar vivienda

Actualmente, la atribución del uso de la casa beneficia a la mujer tras la ruptura, pero con el tiempo se le acaba volviendo en contra. Y es que cuando se independizan los hijos, la ley permite al hombre reclamar la división de la cosa común. O sea, que le pague su parte de lo que valga si quiere seguir habitándola y si no, que la casa salga a subasta. algunas mujeres pasan a atrevesar en esos momentos problemas porque acaban en la calle