miércoles, 10 de marzo de 2010



En Sevilla tenía que ser.

En ninguna otra ciudad, ni en ningún otro lugar, como en este barrio sevillano, se puede decir de manera más gráfica, seria y con arte lo que sesudos analistas económicos tratan de hacer todos los días. Me explico:
En algunos establecimientos de Triana (bares, talleres, etc.), al entrar, nos encontramos con un cartel que dice:

PROHIBIDO HABLAR DE LA COSA”.

Si te diriges al propietario y le preguntas por el sentido del mismo, te explica que está harto del pesimismo que todo el que entra en su establecimiento trae con él; “la cosa está fatal”, “hay que ver como está la cosa”, “la cosa va cada día peor”, “...ojú, como está la cosa”.