domingo, 31 de mayo de 2009
Cómo se llaman dos rectas que se cortan?
La rebeldía en un instituto de secundaria, vista desde dentro
Cuando se cierra la puerta de la clase, la dirección del centro, las estadísticas y la lectura que de ellas se hace se quedan fuera. Dentro sólo está el profesor (con más o menos vocación, empatía y autoridad, y algunas veces con miedo) y los alumnos (los buenos, los malos, los aplicados, los pasotas...). Los padres no están ahí, pero su papel o la falta de él se palpa. Y lo que ocurre dentro de la clase, donde emergen problemas reales de la educación de secundaria (de 12 a 16 años) que no suelen trascender más allá de los muros de la escuela. La Vanguardia ha entrado en uno de los institutos públicos donde día a día se dirimen situaciones conflictivas, por la indisciplina de los alumnos, por la despreocupación de los padres... De sus 98 docentes, 50 han pedido el traslado. Así es una jornada en este centro.
Profesores a examen
Cristina va a presentarse a oposiciones. Hoy espera la visita del inspector. Le han dicho que vendrá a las diez. Son las 8.30 horas y le toca clase de 1. º de ESO. Los alumnos llegan excitados (ayer el Barça ganó la Champions), y toca leer en catalán. A las 8.53 horas entra en clase el alumno número trece. Sólo siete han traído el libro. Cristina opta por no llamar la atención a los alumnos que no hacen nada. Al menos, no estorban mientras los compañeros leen, sólo uno en voz alta. De pronto, entra en la clase el inspector. Durante quince minutos toma notas y se va. "Prefiero llegar antes de lo que se piensan y cuando salgo me quedo detrás de la puerta para comprobar cómo sigue la clase", dice luego. "También examina a los interinos durante su primer año, a los funcionarios en prácticas y vendrá por los planes de calidad en los que trabaja el IES", explica un profesor.
8.30
"¿Pero... alguien ha hecho los deberes?"
Marta, profesora de matemáticas, se cruza en la calle con tres alumnos de cuarto de ESO apoyados en la verja del instituto sin ninguna intención de entrar a clase. "Pero ¿qué hacéis aquí?". Por respuesta, unas risillas y comentarios varios más la guindilla de Carlos: "A lamierda el instituto". Marta, imperturbable: "Venga. A clase, que va a sonar el timbre", y se va. Ellos cogen sus mochilas y, aunque sin ninguna prisa, cruzan la puerta. Marta comienza la semana con un grupo de cuarto de ESO. Se juegan el título y el paso a bachillerato – aunque la mayoría hará ciclos formativos – y sólo faltan dos semanas para acabar el curso. Debería haber una docena de alumnos en la clase pero son seis. La profe – lo de seño suena cursi y caducado – pasa lista y pregunta quién ha hecho los deberes. No. No. No. No… ¿Y Daniel? "Está expulsado, que se durmió en clase…". Risas. La única alumna que ha hecho el trabajo en casa sale a la pizarra a copiar ejercicios de funciones. Un alumno se levanta. Otro le da un papel. Marta: "¿Qué haces?". "Por una semana que me falta no voy a comprar una libreta…". Alguien golpea la puerta y entra. Son las 8.46 horas. "Me he dormido".
9.30
"¡Me la suda si me echas y voy a quejarme a dirección!
Hoy Marta no tiene clase a segunda hora y aprovecha para poner al día los comunicados de amonestaciones de sus alumnos. Tres amonestaciones suponen una expulsión de tres días (o una impulsión – ir al centro a estudiar – durante cuatro tardes), y tres expulsiones, un expediente disciplinario. El tutor y la dirección son quienes deciden. En el formulario puso que la falta es "muy, muy grave y motivo necesario y suficiente de expulsión directa". Marta escribió detrás de la hoja las razones: "Durante la clase el alumno X (de segundo de ESO) no trabaja, ni quiere trabajar desde hace semanas. Hace ver que escupe a los compañeros y luego se dedica a pintar con el boli el jersey de otro alumno. Le digo que retire su silla y su mesa hasta el final del aula. Me contesta que le van a dar con la puerta y le digo que me da igual. Contestación del alumno (de 16 años): "A ver si te peto...". Y luego: "¿A que te petan? Bueno, tú ya estás muy petada...". Marta le dice que tiene una amonestación y el chico grita: "Me la suda y voy a bajar a dirección a quejarme". El chaval cumple su amenaza y baja muy nervioso. Le explica a gritos lo ocurrido al jefe de estudios: "¡Estoy harto de esta profesora! ¡Me está tocando las pelotas!". Jordi se muestra comprensivo y le dice con muy buenas palabras que se calme. Cuando Marta acaba la clase explica su versión a Jordi. Horas después, el jefe de estudios del instituto pide a la profesora que lo hablen los tres juntos. "Yo no tengo que darle más explicaciones a este alumno", opina Marta. Tiene clarísimo que el chico se ha pasado de la raya, pero que le expulsen o no, depende ahora de la dirección del centro. Otro docente comenta: "Si la dirección no es estricta en estos casos, ¿qué arma nos queda a los profesores?". Marta hace fotocopias de esta amonestación y otras tres de la semana pasada: una para dirección, una para ella y otra para los padres del chaval. A las 10.20 horas se cruza en el pasillo con seis alumnos. Deberían estar en clase hasta que sonara el timbre, pero los han dejado salir. Uno de los alumnos, de 19 años, tiene un expediente abierto y está expulsado. No puede estar en el instituto, pero nadie le dice nada.
10.30
"¿Cómo se llaman dos rectas que se cortan?"
"Imparalelas" Tercera hora. Cuarto curso. En este instituto, como en la mayoría en Catalunya –más del 60% de los centros según un estudio de la Fundación Bofill–, agrupan a los alumnos por niveles. Una medida alegal y muy criticada por algunos pedagogos que defienden la integración de todos los alumnos. Pero aquí no se teoriza, hay que dar clase. "¿Qué vas a hacer? ¿Dejar que unos cuantos que no tienen ningún tipo de interés impidan hacer la clase?", se pregunta un docente. En cuarto curso, por ejemplo, hay cinco líneas (de bueno a malo, de 4.ºA a 4.ºE) y en las asignaturas troncales (matemáticas, catalán y castellano) se agrupan en siete grupos AB (bueno, medio y bajo), CD (bueno, medio y bajo) y 4.º E, un grupo adaptado donde todos son inmigrantes. Marta entra en un grupo de 4.º CD medio (cuatro chicos y una chica magrebí, la única que atiende durante toda la hora y laúnica que tiene los quince años que tocan, el resto son repetidores). "Tengo hambre, ¿puedo comer?", dice Carlos, el chico que mandó a la mierda el instituto a primera hora de la mañana. Está a punto de cumplir los 18. Carlos estuvo expulsado tres días. Piensa en voz alta y todo lo comenta. Todos menos él han hecho los deberes. Uno sale a la pizarra. El "Carlos, cállate" suena una y otra vez. Mientras corrigen los ejercicios y entre las explicaciones de la profesora - van más avanzados en el temario los alumnos del grupo "bueno" de 3. º que estos de 4. º - los chavales hacen comentarios: "La Sonia - otra profesora-está muy pesá",dice uno. Otro habla del Barça (faltan dos días para Roma). Hacen funciones. "A ver - dice Marta-,dos rectas que se cruzan. ¿Cómo se llaman?". "¡Imparalelas!", "¡Rectas chocadas!" "¡Rectas en equis!". "Ni una... lo buscáis para mañana... ¿Alguien sabe cómo se llama el punto en que se cruzan?" "¡Punto G!". Sermón y a continuar.
Carlos está haciendo los ejercicios en su libreta, pero dice que se aburre. "Veo mucha chulería hoy en esta clase", dice la profesora. "Oye, sí, y a mí no se me quita", le contesta Carlos. A la cuarta vez de "me aburro", Marta le advierte: lo echará de clase. "Pues échame". "Tienes suficientes amonestaciones como para que te expulsen", le recuerda la profesora. "A la mierda la clase, tendrán que venir cinco profes para que me vaya". Marta empieza a sacar el papel de la amonestación y pide a otro alumno que vaya a buscar al profesor de guardia. Cuando este entra en la clase, le dice con tranquilidad a Carlos que se vaya. Pero no quiere. Marta advierte que le abrirán expediente y que tiene que irse. El profesor de guardia le insiste en que será mejor por las buenas. Y entonces, Carlos se pone a llorar. "¿Otro expediente?", susurra. Finalmente se levanta. El profesor de guardia cierra la puerta. Acto seguido, risas en la clase. "Si te pones chulo, te vas chulo", dice uno. "Tanto vacilar y luego va y se pone a llorar - más risas-,pero me da pena". Y Marta: "¡Ah! Te da pena... ¿Y yo? ¿Yo no te doy pena?". "Usted no, profe, porque tiene poder", dice otro con el puño en alto.
11.30
"Estamos bajando el nivel una barbaridad"
Media hora de patio. Un grupo de profesores coinciden en la sala donde hay la máquina de cafés. "Hoy un alumno (de un grupo bueno) me ha dicho que por qué tiene que estudiar y esforzarse más que su amigo (del mismo curso pero en un grupo más flojo)", dice un profesor. Otro expone su teoría: "Debería haber dos títulos de la ESO distintos, uno de graduado para los alumnos que demuestran que han adquirido los conocimientos y otro que certifique sólo la asistencia".
Los alumnos con problemas, de conducta principalmente, acaparan las energías y la mayor parte del tiempo de los profesores. En el aula y fuera de ella. "¿Y qué pasa con el derecho de los que sí quieren aprender o que serían mejores estudiantes si otros no distorsionaran el grupo?", se pregunta otro. Al profesor de ciencias experimentales le preocupa que algunos de sus alumnos de bachillerato no sepan resolver una ecuación de segundo grado: "¿Cómo pudieron pasar de curso? Estamos bajando el nivel una barbaridad porque si no, aquí no aprobaría casi nadie", opina. Otro es más contundente: "Estamos regalando el título, pero es que si no aprueban la ESO, no van a poder hacer nada...".
12
"Hay profesores que entran con miedo a clase"
A un profesor le tiraron una mesa. A otras las han amenazado con grabarlas con el móvil y colgarlas en internet. Insultos y desafíos a diario. Por norma general, en el aula, los alumnos hacen comentarios, preguntan a cada momento interrumpiendo. Arrastran las sillas. Cuando suena el timbre, se levantan y entran otros en la clase. "Ellos saben con quién pueden pasarse y con quién no, los profesores no sólo enseñamos, también educamos y tenemos que ponerles límites constantemente", dice Silvia, profesora de sociales, mientras recorre el pasillo. Otros, como Rafael, opinan que "la educación se trae de casa. Aquí se viene a aprender". Ahora a Silvia le toca guardia. Eso implica sustituir al profesor que no ha venido. "Algunos profesores tienen miedo, no saben imponerse y tampoco tienen empatía con los alumnos, hay que encontrar un punto medio para no perder el control de la clase", añade. Ella no ha tenido problemas, aunque a menudo se deja la voz en el aula y es de los que siempre se prestan voluntarios para acompañar a los chicos de excursión o de colonias. ¿La vocación era eso? "Otra cosa importante y que se nota al momento: los padres que se implican y que responden cuando les llamas; entonces se pueden resolver problemas. Pero a menudo, los hijos también pueden con sus padres", lamenta. Hace poco se constituyó la Asociación de Madres y Padres de este IES (de 700 alumnos incluidos ciclos formativos). No se apuntaron ni una docena.
13
Aula abierta, la enésima oportunidad
Alba es profesora de matemáticas, pero ejerce de tutora del aula abierta, antes para alumnos "conductuales"; ahora, oficialmente, para grupos "de diversificación curricular". Al aula abierta van los alumnos que fallan constantemente a clase, "que tienen un bajo ritmo de aprendizaje, sin perspectivas de futuro y con poco apoyo familiar". La comisión de atención a la diversidad decide los alumnos que dejan el itinerario "normal" para continuar sus "estudios" en el aula abierta. Una psicopedagoga (hay dos en el equipo directivo de este instituto de secundaria) coordina esta aula, que para otros es la prueba tangible de que el sistema educativo no funciona. Alba es la tutora. y está contenta porque ha conseguido que los cinco alumnos (deberían ser ocho, pero a estas alturas de curso ya no aparecen por la clase) quizás no saben resolver una división de tres cifras (tienen casi 16 años), pero pueden estar ahora diez minutos centrados en una tarea. "Y eso es un gran logro; muchos de los profesores que han tenido - todos han repetido en más de dos ocasiones o han sido expulsados de otros institutos-no se lo creerían".
sábado, 30 de mayo de 2009
viernes, 29 de mayo de 2009
jueves, 28 de mayo de 2009
C’était au temps ou Bruxelles bruxelais
El mercat dels trastosNens dels marollesLa fanfara davant del palau de justicia, 1907La sopa popular (anys 30)El venedor de diarisCasament en la familia SlegersKeremis marolle (1910)
Gijft ons noch en bobantche,
Leever en grûût as en klantche,
As' ermo geneivel in es !
Twie Brusseleirs zitten veu heule deu op den Boulevard du Midi swailest Brussel Fuur.
Zeit de Jean tegen Julien :
« Ziede doo oen den andere kant van den boulevard, awel c’est tous des Arabes. »
En de Julien replikeet :
« Ja, en den ? Nous on est des Brusseleirs ; »
De Jean :
« Ja moo dee Araben c’est des Musulmans ! »
De Julien :
« Awel ja, et nous on est catholique . »
De Jean :
« Ja moo dee musulmans c’est des polygames ! »
De Julien :
« Hoe da, polygames, c’est quoi ça. »
De Jean :
« Awel, ça veut dire qu’ils ont plusieurs femmes. »
De Julien :
« Bien fait pour eux. Na ! »
Las mil y una noches per SERGI PÁMIES
"El partido de anoche certifica la capacidad del fútbol de hacer posibles las utopías
Imaginemos que acabamos de aterrizar en el mundo del fútbol, desprovistos de prejuicios y de ideas preconcebidas, y que el genio de la lámpara de Aladino nos pregunta de qué club nos gustaría ser y qué situación futbolística maravillosa nos gustaría vivir.
Yo pediría un club más que centenario, que lleve el nombre de mi ciudad, que pertenezca a sus socios y no a un equilibrio accionarial inestable y sospechoso y que, además, tenga tantos socios y seguidores que no se puedan contar y una capacidad transversal y globalizada para suscitar militancias, aprecios, devociones, fidelidades y simpatías.
En el aspecto deportivo, pediría un equipo que combine un núcleo de jugadores de la cantera con estrellas de todo el mundo y que practique un modelo de fútbol atrevido, valiente, basado en la iniciativa en el ataque, la búsqueda obsesiva del balón, el juego limpio y las inquietudes plásticas propias de un país que sabe compensar sus carencias de épica con espectaculares derrames de estética.
Puestos a rizar el rizo, también pediría que tenga un entrenador joven, políglota, elegante, apasionado, con una inteligencia natural que fuera más allá del fútbol - todo el asunto de Keita jugando de lateral fue, en el fondo, una astuta estrategia para motivar a un extraordinario Sylvinho-,lo bastante desconfiado para no creerse el culto a la personalidad que pueda suscitar, militante de la humildad bien entendida, del compromiso y del orgullo institucional sin aspavientos ni complejos.
Para hacerlo más difícil todavía -y complicarle las cosas al todopoderoso genio de la lámpara-, pediría que este mismo entrenador sea uno de los mejores jugadores de la historia de este hipotético club y que haya ganado los títulos más meritorios y reconocidos. Pero como eso no me parecería suficiente, añadiría que, a ser posible, el entrenador sea debutante en Primera División y que, en su temporada de estreno, y desmintiendo las casi unánimes dudas del sector, gane la Liga, la Copa y la Liga de Campeones.
Como el genio es igual de generoso que los bancos antes de que llegara la maldita crisis, incluiría en este utópico catálogo de imposibles que el equipo gane jugando por lo menos veinte partidos memorables y que, como guinda, protagonice una estruendosa goleada en el Bernabeu, el campo del máximo rival y antagonista.
Llevado por el entusiasmo, también exigiría que la final de la Champions se gane con lesionados relevantes y una defensa experimental, en una ciudad caótica, sudorosa pero fascinante, con bastante pedigrí para compensar los aciagos recuerdos clasicistas de Atenas y contra, pongamos, el mejor (hasta ayer, dicho sea de paso) equipo del mundo: el Manchester United de Ferguson, una institución respetable del fútbol mundial. También pediría que este partido inolvidable fuera merecidamente uno de los más vistos y seguidos y que marcaran Samuel Eto´o - el mismo que marcó en París y que, en cumplimiento estricto de su contrato, siempre le ha dado al Barça lo que nunca había tenido: una ambición competitiva sin límites-y Leo Messi, volando como si su precontrato firmado en una servilleta fuera una cometa que le impulsara a protagonizar uno de los grandes remates de cabeza de la historia del club.
Y entonces celebraría que el fútbol tenga esa capacidad de hacerte creer en las mil y una noches, de conseguir que algo tan imposible como que el más utópico de los sueños (gracias, Aladino) se haga realidad gracias al trabajo, la concentración y el talento de muchos barcelonistas: futbolistas, técnicos, directivos, socios, aficionados...
Ayer, en un estadio caluroso en todos los sentidos, este equipo increíble volvió a robarnos el corazón. Por lo que a mí respecta, no hace falta que nos lo devuelvan. El mío se lo regalo."
miércoles, 27 de mayo de 2009
3/3?
Acabada la final de la Copa del Rey, en Mestalla, Leo Messi se acercó a Pep Guardiola y le susurró al oído: "¡Míster! Tenía razón. He disfrutado como nunca en la vida" (el pais).
Passi el que passi aquest vespre, estic segur que lo que deia Messi, esta completament compartit per una gran majoria dels culés. Poques vegades s’ha vist un futbol així, i poques vegades s’ha gaudit tant en un camp de futbol. I no, no m’he tornat un fanàtic del barça, ni del futbol, però es impossible quedar-se al marge de aquella eufòria. Una alegria entre tanta grisor, bé val la pena ser ressaltada. M’agrada la foto que surt al país, Guardiola, entre Stoichkov i Koeman al entrenament d’ahir. Tot un simbol aquella imatge. Del dream team (quin nom mes bonit) a lo que podria ser el millor Barça de tots els temps. Va, que avui es la gran final. Que sigui un bon partit, i que guany el que mes futbol sap donar.
martes, 26 de mayo de 2009
lunes, 25 de mayo de 2009
Dia internacional de Africà
La història de l'Àfrica es pot dividir en tres períodes principals: el corresponent a la prehistòria i les primeres civilitzacions, amb l'auge d'Egipte; els imperis tribals posteriors i l'època marcada per la colonització europea i la posterior independència. Si voleu mes informacio al respecte, aneu a la wikipedia.El poblament africà es molt desigual per les condicions sovint inhòspites del medi físic. Les densitats més altes es troben a la vall i al delta del Nil (més de 600 h/km 2 ), però les normals oscil•len entre menys de 50 i 100 h/km2. En general, la població s'acumula en illots que esgoten ràpidament els recursos i provoquen l'èxode de la població excedent (mines de Sud-àfrica, plantacions cotoneres d’Uganda, ciutats portuàries, etc, i a la franja mediterrània, cap a l'Europa industrial).La taxa anual de creixement de població (2,9% en 1975-80, 3,0% en 1980-90) és la més elevada de tots els continents i és conseqüència de l'elevada taxa de natalitat (44‰ en 1986-90); l'elevada taxa de mortalitat infantil redueix considerablement l'esperança de vida (53 anys). Pel que fa a les races, tot i que a l'Àfrica les poblacions s'han barrejat considerablement, es poden reconèixer alguns grups diferenciats: un grup d'euròpids (raça mediterrànida), al N i al Sàhara, un grup reduït mongòlid a Madagascar (merina), i un grup nombrós de races nègrides (races sudànida, bantúida, nilòtida, paleonègrida, etiòpida i pígmida) al S del Sàhara, llevat de l'extrem meridional, on hi ha una reduïda implantació d'euròpids, i del desert de Kalahari, habitat per la raça khoisànida.El continent africà, sobretot al S del Sàhara, presenta una gran diversitat lingüística. Hom estima el nombre de llengües africanes al voltant del miler, la majoria de les quals tenen menys de 100 000 parlants. J.H.Greenberg proposà (1963) una classificació global en quatre famílies: afroasiàtic, nilòtico-saharià, nígero-kor-dofanià i khoisan. La família afro-asiàtica inclou el semític i part de les llengües classificades com a camites, repartides en les branques següents: semític, berber, egipci, cuixític, omòtic i txadià. Els criteris per a l'agrupació d'aquestes famílies es basen en trets fonètics, fonològics i morfològics.En la majoria d'estats africans la llengua oficial és la introduïda pels colonitzadors. Són l'excepció, a banda dels d'influència àrab: Etiòpia (amhàric), Somàlia (somali) i Tanzània (swahili); a aquests es poden afegir Botswana (tswana), Burundi (rundi), Lesotho (sotho), Malawi (chewa) i Ruanda (ruanda), estats en els quals, tanmateix, en els mitjans oficials és molt més emprada la llengua importada.Les linguae francae han adquirit gran importància (swahili, haussa, manding). La religió que tradicionalment comptava amb més adherents a l'Àfrica era l’; el 1900 un 32% de la població era adepta a l’, un 9% al cristianisme i un 58% a les religions animistes. El 1995 aquesta relació s'havia capgirat notablement i així un 45% era adepte al cristianisme, un 41% a l'i un 12% a les religions tribals.
Finalment dir que el clima d'Àfrica va d'un clima tropical a un de subàrtic als seus pics més alts. La meitat septentrional és principalment deserta o àrida, mentre que les parts central i meridional contenen tant planes de sabana com regions de jungla molt espessa. Entremig, hi ha una convergència dominada per patrons de vegetació com ara sahel i estepa.Àfrica posseeix possiblement la combinació més gran del món de densitat i "llibertat" de poblacions i diversitat de poblacions d'animals salvatges, amb poblacions salvatges de grans carnívors (com ara lleons, hienes i guepards) i herbívors (com ara búfals, cérvols, elefants, camells i girafes), que viuen principalment en planes privades no privades. També hi viuen una gran varietat de criatures de la jungla (incloent-hi serps i primats) i vida aquàtica (incloent-hi cocodrils i amfibis).