domingo, 4 de enero de 2009

Nicolau Maquiavel


Nicolau Maquiavel, conegut simplement com a Maquiavel, és el nom amb què és conegut el florentí Niccolò Machiavelli (1469 - 1527), que fou secretari de la República de Florència fins al retorn dels Medici al poder, que l'apartaren de la vida pública.

Al seu retir va escriure El Príncep, un tractat polític que ofereix una descripció realista de l'origen i el manteniment de l'Estat, del poder.

La concepció política de Maquiavel es basa en:

• El refús de les teories idealistes proposades per Plató i Aristòtil: el bon polític no és el que té bones qualitats morals sinó el que sap arribar al poder.
• Recuperació i actualització del llegat polític de la història de Roma.
• Estudi empíric de la realitat política sense il•lusions o enganys.
• Concepsió pessimista de la naturalesa humana: l'home es mou per ambició, les passions i els desitjos.
• Independència de la política respecte de l'ètica.
• La religió és bona o dolenta en la mesura que és políticament útil o inconvenient.

El manteniment i la protecció de la convivència, el governant ho porta a terme mitjançant:

• La prudència política: capacitat per preveure situacions futures, que inclou sentit de l'oportunitat i acceptació de les oscil•lacions de la fortuna (sort).
• La virtut: força, intel•ligència i valor del Príncep (governant) per imposar un ordre estatal lliure de corrupció.
• La força: la seguretat ha d'estar garantida per un exèrcit format per ciutadans i no per mercenaris.

La fama de la seva obra filosòfica i política han deixat en un segon terme la producció dramatúrgica, de la qual destaca La Mandràgora (~1518), considerada una de les millors comèdies del Renaixement italià. És seva també la comèdia Clícia (1525).

Vaig llegir d’ell “el Principe” i hem va impactar molt. Però, per mandre i no fer-ne un resum robo una mica mes de Wikipedia (que feríem sense ella) en castellà.... una lectura casi obligatòria...

“El príncipe (en el original en italiano: Il príncipe) es un tratado de doctrina política compuesto por Nicolás Maquiavelo en 1513 mientras se encontraba en San Casciano confinado por la acusación de haber conspirado en contra de los Medici. Maquiavelo dedicó la obra a Lorenzo II de Medici, hijo de Pedro II de Medici, con la esperanza de reconquistar el encargo de Secretario de la República, y fue publicada póstumamente en 1532. Se trata sin duda de su obra con más renombre, aquella por la cual ha nacido el sustantivo "maquiavelismo" y el adjetivo "maquiavélico".”

Historia de la obra

La primera mención de esta obra se hace en una carta fechada el 10 de diciembre de 1513 direccionada al amigo Francesco Vettori, en respuesta a una carta de este último que contaba su vida en Roma y que pedía noticias sobre la vida que llevaba Maquiavelo en San Casciano. Este último respondió contándole los aspectos toscos de la vida en el campo y hablando también de sus estudios, declara de haber compuesto un opúsculo intitulado "De principatibus".
Es una pequeña obra que no se puede escribir a un género particular en cuanto no tiene las características de un verdadero tratado. Se le ha considerado como un libro de carácter divulgativo.

La obra entera fue compuesta en la segunda mitad de 1513, salvo la Dedicatoria y el último capítulo, los cuales fueron compuestos pocos años después. La primera edición e impresión data de 1532. El príncipe se compone de una dedicatoria y veintiséis capítulos de diversa longitud; el último capítulo consiste en una exhortación a los Medici para aceptar las tesis expresadas en el texto y liberar a Italia de los “bárbaros”.
El libro trata de ilustrar la forma de adquirir, mantener y fortalecer un principado, esto es, el gobierno de una ciudad o región, y distingue entre diferentes estrategias según una serie de criterios, entre ellos:
• la forma en que se haya conseguido su dominio (conquista militar, elección popular, intrigas cortesanas...),
• la forma anterior de gobierno (otro príncipe con o sin corte, una república...)
• la relación entre el principado y el príncipe (de la misma o de diferente cultura y lengua, o si el príncipe tiene solamente un principado o varios)
• el ejército del que dispone (propio o de mercenarios)

Los argumentos no se basan en ningún supuesto moral más allá de una forma cruda de utilitarismo egoísta: el único fin es mantener el principado. Los consejos a los príncipes se basan en la experiencia de reinos e imperios anteriores, especialmente el Imperio Romano y diferentes guerras entre "principados" de Francia e Italia. El autor se apoya tanto en ejemplos negativos como positivos para demostrar la validez de sus consejos.

Existe una edición comentada por Napoleón Bonaparte durante varias partes de su vida antes de la batalla de Waterloo, cuando fue derrotado por los prusianos.

Capítulo I: clases de principados y cómo se adquieren y II Los principados hereditarios

En estos dos capítulos el autor hace una distinción entre las clases de principados, señalando que existen los heredados y los nuevos; los primeros, son los que se heredan de la familia, el príncipe hereda derechos dinásticos, y que en realidad ellos no tienen mayor problema para gobernar y conservar el poder, porque siguen la tradición y ya están estabilizados, por decirlo así; ahora bien, los nuevos, son más frágiles debido que estos normalmente surgen de conquistas que se hacen en otros Estados, y tienen que hacer el trabajo para imponerse y así, poder conservar el poder. Es importante mencionar que para Maquiavelo los nuevos se adquieren de dos modos: o surgen como tales en un todo, como el de Milán para Francisco Sforcia, que, generalísimo primero de los ejércitos de la república milanesa, fue proclamado más tarde príncipe y duque de los dominios milaneses; o aparecen como miembros añadidos al Estado ya hereditario del príncipe que los adquiere, y tal es el reino de Nápoles para el monarca de España, el cual lo conserva desde el año 1442, en que Alfonso V, rey de Aragón, se hizo proclamar rey de aquel país.

Sobre los principados mixtos

En esta parte de su obra, Maquiavelo trata sobre los principados mixtos, viene a ser aquel que no es enteramente nuevo y posee un miembro añadido a un principado antiguo ya poseído, éste se asemeja mucho a los principados nuevos, tiene casi las mismas dificultades para conservar el poder. Los principados mixtos consisten en que los hombres, aficionados a mudar de señor, con la loca y errada esperanza de mejorar su suerte, se arman contra el que los gobernaba y ponen en su puesto a otro, no tardando en convencerse, por la experiencia, de que su condición ha empeorado. Ello proviene de la necesidad natural, en que el nuevo príncipe se encuentra, de ofender a sus nuevos súbditos, ya con tropas, ya con una infinidad de otros procedimientos molestos, que el acto de su nueva adquisición llevaba consigo.
Se consideran varias estrategias para conservar este principado: la primera, eliminar el linaje del príncipe anterior y no alterar las leyes ni aumentar los impuestos.

Sobre ser amado o temido

Maquiavelo aconseja a los príncipes que deben ser amados y temidos simultáneamente. Pero como estas relaciones raramente existen al mismo tiempo, aclara que es preferible ser temido que amado. Fundamenta su pensamiento en que en el momento de una revolución, el pueblo puede que se olvide del amor, pero el temor siempre lo perseguirá. En consecuencia, si un soberano es temido hay menos posibilidades de que sea destronado. Además Maquiavelo aconseja que sobre todas las cosas uno siempre debe evitar ser odiado, ya que en esa situación nada impedirá que termine destronado. Para evitar ser odiado el príncipe nunca debe interferir con los bienes de sus súbditos ni con sus esposas, ya que argumenta que un subordinado olvida más rápido la muerte de su padre que la pérdida de sus riquezas.

Autoritarismo o liberalismo

Los pensamientos de Maquiavelo sobre este tema fueron asignados un capítulo entero en El príncipe. Él piensa que es mejor ser autoritario, ya que cuando uno es clemente o liberal le da libertad tanto a las personas como a los hechos. Estos hechos como masacres y matanzas afectan a toda la población. En cambio cuando uno es autoritario evita los hechos que afectan a todo la población, y en vez sólo ejecuta a unas personas, para mantener el orden y el autoritarismo. Además, estas ejecuciones sólo afectan a unos pocos individuos.