martes, 20 de enero de 2009

Una historia maca d'un dictador


El dictador és un magistrat extraordinari de la República Romana. Les funcions dels dos cònsols, eventualment i sempre en casos greus, podien ser assumides per un únic magistrat, amb el títol de dictador, funcions que s'exercien per sis mesos o menys.
Un dictador ostentava el mateix poder que qualsevol dels cònsols, ja que aquests disposaven de tot el poder individualment, i encara que podien repartir-se les funcions, també podien exercir-les en la seva totalitat cadascun d'ells. El dictador es diferenciava en què en no ser una magistratura col•legiada, no tenia el contrapoder que representa un altre magistrat amb idèntiques funcions. Els dictadors eren a més a més cap (magister) de la infanteria o de la cavalleria.
El càrrec de dictador va ser suprimit de facto al segle II aC (encara que no abolit formalment), fet que va donar excusa al senat per arrogar-se certes facultats en casos greus, com el conferiment als cònsols de certes facultats similars a la dictadura, per un temps limitat.

El primer dictador fou Aulus Postumius Albus Regillensis, al segle V aC, en revoltar-se els aliats llatins. Pero el que a mi sempre m’ha cridat l’attencio es l’historia de Lucio Quincio Cincinato, un dictador que en diu molt sobre els ideals i el caràcter dels romans de la república

“Cincinatus fue un patricio romano, general y cónsul que, contrariado, se había retirado de le vida política para irse a vivir a su casa de campo. El motivo de su abandono fue que su hijo Caeso había sido condenado al exilio por usar un lenguaje violento contra los tribunos. A pesar de ello a Cincinato se le seguía requiriendo de vez en cuando para mediar en distintos asuntos en el senado, pues todo el mundo estaba de acuerdo en su buen juicio y atinado criterio. En una ocasión, en el 458 a.C., Roma fue atacada por los Eucos, un beligerante pueblo vecino. Las ineptitudes de un general puso a Roma al borde del colapso y es entonces cuando se decide nombrar a un Dictador . La república romana en tiempo de crisis elegía una persona a quien se le concedían poderes absolutos durante seis meses, después de los cuales tendría que rendir cuentas como un ciudadano normal de sus actos como dictador. El senado romano pensaba que los grandes problemas se resolvían mejor si sólo era una persona quien daba las ordenes en vez de que fueran varias quienes tuvieran que decidir las cosas. El senado votó para elegir un dictador y el elegido por mayoría fue Cincinato. Cuentan, que cuando varios miembros del senado fueron a la casa de Cincinato, este se encontraba en los campos tirando del arado y allí le comunicaron que había sido elegido dictador. Cincinato sin soltar el arado dijo que tendría que pensarlo y continuó su trabajo. A la mañana siguiente se presentó en el senado con la toga con orla púrpura de dictador y después de llamar a todos los ciudadanos romanos a las armas organizó la táctica para enfrentarse a los Eucos. Al caer la noche Roma había vencido y los Eucos no volverían a causar problemas. Pasado quince días que las cosas habían vuelto a su cauce, Cincinato quien podría haber continuado en el puesto hasta seis meses, volvió a su casa con su arado y devolvió todos los poderes al senado romano. Pero una vez más se hubo de recurrir a un dictador y una vez más fue Cincinato el elegido quien ya contaba con 80 años, "detalle" este que no sería ningún problema. Roma atravesaba un época de escasez y hambruna y un romano muy rico, un tal Espurio Melio, estaba preparando una revuelta para ejecutar un golpe de estado. No llegó a realizarse. Cuando Cincinato fue nombrado dictador, los apoyos del levantisco empezaron a fallarle, quiso huir y le dieron muerte.Arreglado el asunto, otra vez Cincinato volvió a su granja donde moriría de anciano. La ciudad de Cincinati , recibe su nombre en honor a la sociedad de los "cincinatos", la cual honraba a George Washington, quien era considerado por esta sociedad como un Cincinato de los días de la revolución americana. En la foto, la figura entrega con una mano los símbolos del poder y con la otra agarra el arado.”